Utiliza la bici cada día, celébralo el último domingo del mes. Un paseo por la ciudad para reinvindicar espacios para la bici urbana. NO ESTAMOS BLOQUEANDO EL TRÁFICO... ¡¡¡SOMOS TRÁFICO!!! Somos un grupo pedaleando, una organizada coincidencia, una celebración de un transporte alternativo, un pelotón sin cabeza, otra forma de moverse, otra forma de vivir en la ciudad. Lee nuestro manifiesto AQUI

viernes, 24 de febrero de 2012

¡Pedalea con un centenar de niñxs y jóvenes por la defensa de sus derechos!

Porque todos fuimos niñxs y nunca dejaremos de serlo, pedaleemos junto a 100 niñxs y jóvenes por sus derechos, que gracias al ISNA, CESTA, Comandos de Salvamento, los Scouts, Protección Civil y la PNC se unirán a la próxima jornada Bicicrítica, esta vez por los derechos de la niñez. ¡¡¡No faltes, trae tu bici y el/ la niñx que traes dentro!!! 

 



Día: ültimo domingo del mes de febrero, 26 de febrero de 2012.
Hora: 9:00 AM, la misma hora de siempre
Lugar: Redondel de La Constitución, en el mismo lugar de siempre, habrá una parada especial en el parque Cuscatlán. 

lunes, 13 de febrero de 2012

Convocatoria celebración día de la amistad en tu bici

Día: Martes 14 de febrero.
Hora: 6:30 P.M.
Lugar: Desde redondel de La Chulona.

¡Imprime y recorta tus volantes y reparte amor en el tráfico!

¡Somos amor en el tráfico!

miércoles, 1 de febrero de 2012

Pedaleando por una política pública


Publicado en http://www.lapagina.com.sv/ 28 DE ENERO DE 2012 17:25 | por Caterina Monti
Quizás pido mucho, pero quisiera llamar la atención de los candidatos a diputados y alcaldes más inteligentes y genuinamente interesados en el bienestar de las poblaciones a las que aspiran representar. Su atención me importa, porque sólo candidatos con dichas cualidades podrán entender que una oferta tan franca como la promoción del uso de la bicicleta como política pública, puede desencadenar un juego de “ganar-ganar”, provechoso para gobernantes y gobernados.
El uso masivo de la bicicleta es una cuestión de conveniencia para todos:  Conviene que el que tiene carro, use la bicicleta porque mientras se transporta en ella, significa “un auto menos”, es decir cero emisiones y aminora el calentamiento global. Conviene que los usuarios del transporte público usen las bicicletas porque el dinero que se ahorran en pasajes pueden ocuparlo para suplir otras necesidades primarias.  Conviene a todos porque el uso de la bici aminora el impacto de los automóviles en el medio ambiente, reduce la congestión del tráfico, y a quienes las ocupan les brindan ejercicio, salud física y mental. Por ende, mejora la calidad de vida de los habitantes. 
Y mientras la mayoría de candidatos se abstienen de ofrecer soluciones de transporte público porque saben que se hundirían en el pantano de la problemática,  un berenjenal que los años, la escasa voluntad política y la corrupción, se han encargado de petrificar, refrescaría a tantos electores ver que algunos se orienten a ofrecer algo tan sencillo como: ¡todos a usar la bici! Y no estoy hablando de una campaña de publicidad que promueva el uso del artefacto con ruedas, sino de la oferta concreta de medidas y acciones orientadas a que una cantidad considerable de ciudadanos tengan acceso a la bicicleta para transportarse diariamente a sus actividades laborales, estudiantiles y de esparcimiento.
Supe que una ONG recibe de Canadá, bicicletas a aproximadamente $1 cada una, con el objetivo de poderlas vender baratas y promover el uso de la bici como aporte a la mejora del medio ambiente. Fui a comprar una a ese lugar y los precios, sin embargo, andan entre $50 y $250.  Me compré una bella bici, clásica, de manubrios rojos a unos $65. Sí, sale más barato que adquirir una nueva, pero los precios a los que las ofrecen no responden al objetivo por el cual las reciben prácticamente como una donación. Durante el momento que estuve en la tienda en donde albergan las bicis, vi a varias personas irse sin su bici por no poder pagar una. Sería un gran primer paso hacia la construcción de políticas públicas para la promoción del uso de la bici que gobiernos locales gestionen ese tipo de donaciones de países en donde sus ciudadanos se están deshaciendo de sus bicicletas viejas, para que acá las podamos usar. Es importante que estas donaciones lleguen --gratuita  o casi gratuitamente--  a aquellos que no pueden comprar una bici nueva.     
Entiendo que la idea de promover la bicicleta como opción de transporte es sencilla, pero su  institucionalización es algo más complejo. Sin embargo, en algún momento hay que comenzar y las elecciones se vienen encima, mientras el precio del petróleo tiende al alza.  Para que una política pública de esta naturaleza tenga éxito, la bicicleta debe ser tomada en cuenta como parte de un sistema integrado de transporte (un punto a considerar cuando se ejecute el préstamo por $45 millones recién aprobado, para “Programa de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador”). Con ese enfoque, se ha logrado concebir en muchos países, incluyendo latinoamericanos, a la bicicleta como un medio real de transporte, y no sólo como un objeto de diversión, según datos de 2009, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, UNEP. 
También, según este reporte de la UNEP, existen varias  barreras que impiden que proyectos de promoción del uso de la bici prosperen, entre ellas las de tipo institucional-político, ya que escasea la falta de voluntad “para generar infraestructura, normas y disponer de presupuesto para promover la bicicleta como medio de transporte. Esta falta de voluntad se debe algunas veces a la falta de conocimiento de los tomadores de decisiones, a una asesoría inadecuada por parte de su personal o al simple ‘miedo’ de implementar un esquema de transporte poco tradicional y distinto a lo corrientemente utilizado en una ciudad”. 
Derribar las barreras políticas-institucionales resulta, sin embargo, esencial para que triunfen  proyectos que impulsen las bicicletas como opción de transporte. En el documento mencionado, se enfatiza que los proyectos exitosos de uso de bicicletas de varias ciudades del mundo incluyen  políticas públicas serias.  Ante ello, entonces un poco de presión ciudadana, a la que debe seguirle la voluntad política, se convierte en una esperanza para estos proyectos.  
Por su parte, la ciudadanía ha comenzado a pedalear por cuenta propia. Y mientras, los políticos se ponen serios al respecto, son estos movimientos los que están empezando a cambiar el panorama, a través de actividades gratuitas e incluyentes.
El último domingo de cada mes, Bicicrítica El Salvador (http://bicicriticaelsalvador.blogspot.com/) forma su masa de ciclistas de múltiples edades y nacionalidades… Familias enteras, niños, jóvenes, no tan jóvenes, han podido montar sus bicicletas (propias, alquiladas o prestadas) por el centro de San Salvador o Santa Tecla, entre otras calles transitadas de estas ciudades, de día y de noche, en una “celebración de un transporte alternativo, un pelotón sin cabeza, otra forma de moverse, otra forma de vivir en la ciudad”, mensaje que llevan en cada salida desde octubre de 2010. Este domingo 29 de enero, en celebración del fin de la lucha armada en El Salvador, los bicicríticos saldrán a pedalear por San Salvador, partiendo a las 9 a.m. desde el monumento conocido como “La Chulona”. Visitarán el Monumento a la Memoria y la Verdad y pasearán por el Cementerio de Los Ilustres.   
Otro grupo que está promoviendo fuertemente el uso de la bici, que se formó después de Bicicrítica, y que se ve los jueves por las noches –entre otros días de la semana-- por las calles de San Salvador son los Ciclistas Urbanos  (https://www.facebook.com/ciclistasurbanos.sv), quienes llevan el mensaje de salir a diario en  bicicleta “ya sea para trabajar, de compras, ejercicio o pura diversión”, proponiéndola como medio de transporte principal para distancias cortas dentro de la ciudad.
Ya es hora que estos movimientos ciudadanos puedan ver sus aspiraciones apoyadas por políticas públicas serias que garanticen exitosos proyectos de promoción de bicicleta como transporte real para actividades cotidianas.  Y, como dije al principio, espero que candidatos a diputados a diputados o alcaldes, tengan la inteligencia y la sensibilidad de promover este tipo de soluciones a una problemática que agobia diariamente a los ciudadanos: el transporte tradicional, mal concebido y mal administrado.